HOLA! Soy Sofía Energía y junto a Vicente Consciente, queremos contarles acerca del DIA MUNDIAL DEL TRANSPORTE SOSTENIBLE, para así podamos cumplir con la ODS 11 Ciudades y Comunidades Sostenibles.
A partir del año 2023, el 26 de Noviembre se marcará como el Día Mundial del Transporte Sostenible de la ONU.
Un Día Mundial del Transporte Sostenible será una oportunidad especial para que todos los ciudadanos de este planeta se detengan, reflexionen y reconozcan cuán importante es el transporte, y el transporte por carretera en particular, en todos los aspectos de nuestra vida diaria.
En su resolución, la Asamblea General de la ONU invitó a todos los estados y organizaciones miembros, organizaciones internacionales y regionales, y a la sociedad civil a conmemorar la fecha.
Propuso hacerlo mediante la educación y la celebración de eventos destinados a mejorar el conocimiento del público sobre los problemas del transporte sostenible.
También alienta a las organizaciones internacionales, las instituciones regionales y el sector privado a coordinar aún más sus esfuerzos y colaborar en la movilización de asistencia financiera y técnica a los países, en particular a los países en desarrollo, para fortalecer los vínculos entre todos los modos de transporte.
Ahora bien, hablar de transporte sostenible es hablar de muchas cosas, como por ejemplo de electrificación y energías limpias, pero también de planificación urbana y de transformaciones sociales.
Para dejar de depender de los combustibles fósiles, y así mitigar las emisiones de gases nocivos y mejorar la calidad del aire, es necesario que el transporte sostenible se extienda a la logística y las grandes ciudades. Vehículos eléctricos, combustibles alternativos, planificación urbana y apuesta por el tren eléctrico, son avances inevitables.
Por cierto, el 72 % de la huella de carbono del transporte procede de la movilidad por carretera. De ahí que transitar hacia un sistema en el que los vehículos no emitan gases nocivos se haya marcado como una prioridad de lograr un transporte sostenible. En este sentido, la industria automotriz está trabajando en varias líneas:
- Electrificación: Los vehículos eléctricos son una de las soluciones más asequibles para avanzar con la descarbonización sin cambiar demasiado. Permiten mantener el modelo de movilidad actual y la industria de automotriz. Según la Agencia Internacional de la Energía, más de 16 millones de vehículos eléctricos circulan ya por el planeta.
- Hidrógeno: Aunque los vehículos eléctricos de pila de hidrógeno no están tan desarrollados como los eléctricos de batería, han señalado como una alternativa interesante para reemplazar a los vehículos pesados.
- Biocombustibles: El biodiésel derivado de aceites y grasas vegetales y el bioetanol producido mediante la fermentación de cualquier materia vegetal son otras de las muchas alternativas. Su combustión genera emisiones, pero éstas se capturan en gran parte en los cultivos en los que se producen las materias primas utilizadas en los combustibles. Los biocombustibles no son la solución perfecta, pero pueden ser usados por la flota de vehículos actual, por lo que sirven para reducir de forma inmediata las emisiones del transporte.
En el futuro del transporte sostenible hay dos grandes incógnitas. Mover un automóvil con batería parece, más o menos, sencillo. ¿Pero cómo hacer que un avión levante el vuelo sin la potencia que le da el queroseno? ¿Y cómo conseguir que un inmenso buque de contenedores cruce el océano Pacífico sin que contamine? Es importante saber que los barcos tienen necesidades energéticas similares a las de los aviones. Además de dióxido de carbono (CO2), los barcos emiten varios contaminantes que propician el calentamiento global, como partículas en suspensión, óxidos de nitrógeno (NOx) y óxido nitroso (N2O).
Los grandes barcos mueven el 80 % de las mercancías del planeta: sin ellos, la cadena global de suministros no sería posible. La electrificación del sector es imposible con la tecnología actual, ya que las necesidades de autonomía y de potencia de los buques están lejos de lo que ofrecen las baterías. Sin embargo, el transporte marítimo está trabajando en algunas formas de reducir su huella de carbono, como sistemas de aprovechamiento del calor residual de los motores o el uso de combustibles alternativos como el metanol.
La descarbonización del transporte aéreo presenta los mismos desafíos que la del marítimo. Aunque hay experimentos con aviones eléctricos de pequeño tamaño, la industria está apostando por otras soluciones alternativas, como los combustibles sostenibles (agrupados bajo las siglas SAF), en uso desde 2016, aunque siempre mezclándolos con combustibles fósiles, o los motores de hidrógeno verde producido mediante renovables, una línea de desarrollo que todavía está dando sus primeros pasos.
Avanzar hacia el transporte sostenible no es una opción más, sino el único camino posible. Lograr una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero en los próximos años y alcanzar la descarbonización completa de la economía es la única manera de evitar los peores efectos del cambio climático. Abandonar los combustibles fósiles en el transporte significaría, además, tener aire más limpio y ciudades más saludables.
Hasta una próxima ocasión, y recuerda
¡Súmate a la Sostenibilidad!